
Voy a escribir este post sin palabrerías ni tampoco fijándome en si pongo cada palabra en el lugar que le corresponde y si está con la correcta acentuación (sin intención de perturbar al profesor). Tengo que admitir que soy una persona a veces, materialista o que le gusta el dinero y la buena situación económica, aunque tenga que sacrificar algo. Pero ese algo ahora tiene mucho más valor que cualquier cosa del pasado, mi felicidad. Desde que empezó
la Miss Angélica con sus tests vocacionales, he pasado por todas las ramas y carreras que existen, abogado, medico, ingeniero civil, comercial, cientista político, director técnico de fútbol,
historiador, antropólogo, arqueólogo, profesor de historia... Me he revolcado horas, días y meses con mi futuro laboral, cambiando de opinión gracias a estúpidos y subjetivos universitarios de que comercial es más flexible, que el ingeniero civil es el más pretendido, que el medico gana plata como tonto, los abogados están muy trillados. Todas estas supersticiones (porque eso es lo que son) me tienen, no voy a decir harto por respeto a mi inicial propuesta, sino hasta la tuza!, por decir lo menos. Guiado por estas posturas, por mucho tiempo negué la posibilidad de estudiar en un principio, una carrera humanista. La razón es obvia, por las
luca$$$. Sin embargo, este año, sin la ayuda de ningún test
DESORIENTADOR ni un sermón de un profesional consagrado me estoy decidiendo. El lado humanista es lo mió, me dicen que soy "seco pa`la historia" poco menos que nací para ser historiador. Esto surgió desde que mis compañeros saben mi facilidad de usar la memoria como herramienta fundamental en gran parte de mi vida. La memoria ha sido mi método de estudio desde que tengo, valga la redundancia, memoria. Necesito saber algo a la perfección para entenderlo, pero todos dicen: tienes que entender el concepto, no sirve de nada aprenderlo si no lo entiendes. Bueno soy entonces un bicho raro. Todo se me hace más fácil así. La única vez que traté de no aprender una materia de memoria tuve un 58 (nota baja en ese momento de mi vida escolar).
Mi familia me dice: tienes cabeza para ser abogado, no pero si eres muy humanista, tienes conciencia social, que eres bueno para matemáticas, ¡ Uy pero que envidia, si yo era negada para las matemáticas, aprovéchalo!... Cuando chico decía quiero ser bombero, policía, superhéroe, después médico cirujano cardiovascular, y cabe decir que esto dejó la vara de mis posibilidades laborales y económicas muuuuy alta, con el cambio hacia ser ingeniero civil no se quejaron, pero cuando dije que quería ser entre ingeniero comercial o cientistas político o estudiar historia, predeciblemente, cayeron las "sabias" opiniones: - Está lleno de ingenieros comerciales, los cientistas políticos no ganan un peso, menos un profesor de historia. Imagínense que pasó cuando dije que el fútbol me apasionaba, que me decían "estadística" por mi afán de saber todos los datos de todos los partidos de la historia, que quería ser en un futuro DT. Desde entonces he viajado por cuanto sitio de internet y ponderaciones de universidades existen, cuantos cupos hay, cuanto piden, que exigencia hay. Pero más que la parte del puntaje me preocupa MI futuro, como voy a escribir "MI historia". Cómo dijo un amigo, HAY QUE TENER PRIORIDADES.
Qué dicen, ¿Elijo la felicidad a largo plazo como ser ingeniero comercial y ahí estudiar historia y ser DT? o ¿Estudiar historia, estudiar lo que me gusta y sin ofender, condicionar mi status económico por ser profesor, independiente de hacer, como todos, un posgrado afuera? ¿Escribo MI historia o que ellos escriban la mía?