sábado, 23 de junio de 2007

Prologo de un $ueño...


Con dinero podemo$ comprar:

una cama... pero no $ueño;

libro$... pero no inteligencia;

comida... pero no apetito;

adorno$... pero no belleza;

una ca$a... pero no un hogar;

medicina$... pero no $alud;

lujo$... pero no alegría;

un compañero... pero no un amigo;

diver$iones... pero no felicidad.

jueves, 21 de junio de 2007

MI historia


Voy a escribir este post sin palabrerías ni tampoco fijándome en si pongo cada palabra en el lugar que le corresponde y si está con la correcta acentuación (sin intención de perturbar al profesor). Tengo que admitir que soy una persona a veces, materialista o que le gusta el dinero y la buena situación económica, aunque tenga que sacrificar algo. Pero ese algo ahora tiene mucho más valor que cualquier cosa del pasado, mi felicidad. Desde que empezó la Miss Angélica con sus tests vocacionales, he pasado por todas las ramas y carreras que existen, abogado, medico, ingeniero civil, comercial, cientista político, director técnico de fútbol, historiador, antropólogo, arqueólogo, profesor de historia... Me he revolcado horas, días y meses con mi futuro laboral, cambiando de opinión gracias a estúpidos y subjetivos universitarios de que comercial es más flexible, que el ingeniero civil es el más pretendido, que el medico gana plata como tonto, los abogados están muy trillados. Todas estas supersticiones (porque eso es lo que son) me tienen, no voy a decir harto por respeto a mi inicial propuesta, sino hasta la tuza!, por decir lo menos. Guiado por estas posturas, por mucho tiempo negué la posibilidad de estudiar en un principio, una carrera humanista. La razón es obvia, por las luca$$$. Sin embargo, este año, sin la ayuda de ningún test DESORIENTADOR ni un sermón de un profesional consagrado me estoy decidiendo. El lado humanista es lo mió, me dicen que soy "seco pa`la historia" poco menos que nací para ser historiador. Esto surgió desde que mis compañeros saben mi facilidad de usar la memoria como herramienta fundamental en gran parte de mi vida. La memoria ha sido mi método de estudio desde que tengo, valga la redundancia, memoria. Necesito saber algo a la perfección para entenderlo, pero todos dicen: tienes que entender el concepto, no sirve de nada aprenderlo si no lo entiendes. Bueno soy entonces un bicho raro. Todo se me hace más fácil así. La única vez que traté de no aprender una materia de memoria tuve un 58 (nota baja en ese momento de mi vida escolar).

Mi familia me dice: tienes cabeza para ser abogado, no pero si eres muy humanista, tienes conciencia social, que eres bueno para matemáticas, ¡ Uy pero que envidia, si yo era negada para las matemáticas, aprovéchalo!... Cuando chico decía quiero ser bombero, policía, superhéroe, después médico cirujano cardiovascular, y cabe decir que esto dejó la vara de mis posibilidades laborales y económicas muuuuy alta, con el cambio hacia ser ingeniero civil no se quejaron, pero cuando dije que quería ser entre ingeniero comercial o cientistas político o estudiar historia, predeciblemente, cayeron las "sabias" opiniones: - Está lleno de ingenieros comerciales, los cientistas políticos no ganan un peso, menos un profesor de historia. Imagínense que pasó cuando dije que el fútbol me apasionaba, que me decían "estadística" por mi afán de saber todos los datos de todos los partidos de la historia, que quería ser en un futuro DT. Desde entonces he viajado por cuanto sitio de internet y ponderaciones de universidades existen, cuantos cupos hay, cuanto piden, que exigencia hay. Pero más que la parte del puntaje me preocupa MI futuro, como voy a escribir "MI historia". Cómo dijo un amigo, HAY QUE TENER PRIORIDADES.

Qué dicen, ¿Elijo la felicidad a largo plazo como ser ingeniero comercial y ahí estudiar historia y ser DT? o ¿Estudiar historia, estudiar lo que me gusta y sin ofender, condicionar mi status económico por ser profesor, independiente de hacer, como todos, un posgrado afuera? ¿Escribo MI historia o que ellos escriban la mía?

domingo, 10 de junio de 2007

Quiero


Quiero

Quiero ser yo

Quiero encontrar

Quiero gastar menos tiempo buscando que encontrando

Quiero encontrar

Quiero ser yo contigo

Quiero ser más yo

Contigo

Con ustedes

Quiero ser ustedes, conmigo y yo con ustedes

Quiero ser comunidad

Lugar de encuentro y catapulta

Quiero más

Porque queremos más.

Seremos más

Tanto más!

Benjamín

Y todos ustedes

Interesados integrarse a www.quiero.com

La Fidelidad de las Cosas Pequeñas


"En el demonio, tenemos un. enemigo perpetuo, que nunca duerme ni descanse. Por eso es necesario estar siempre muy alertas, y con mucho cuidado, para no ser vencidos por él.

Y ¿qué mejor para no ser vencidos, que atacar y vencer a este traidor? ¿Sabéis cómo? Teniendo ganado el auxilio especial de Dios con vuestra buena vida; de esta manera venceremos siempre y no de otra.".(S. Crisóstomo)

El que desea que Dios lo ayude, nunca deja de hacer lo que puede, lo que es de su parte. Y el que hace esto, nunca es desamparado de la mano de Dios. Por eso debemos cumplir con cuidado todos nuestros ejercicios espirituales diarios.
Por lo tanto, vemos claramente que nos debe importar mucho cuidarnos en las pequeñas cosas (si se puede llamar así las que nos pueden traer tanto bien y por las cuales nos puede llegar tanto mal).

“El que teme a Dios, en nada se descuida” (Ecles. 7,19)

Esto es una regla: mientras nos cuidamos en las cosas pequeñas, andaremos bien y Dios nos cuidará. Por el contrario, cuando no nos cuidemos, estamos en peligro.
“El que es diel en lo poco, lo será también en lo mucho, y el que es infiel en lo poco, también lo será en lo mucho” (Lc. 16,10). No nos dejemos engañar por vanas ilusiones. Si no podemos en lo poco, no podremos en lo mucho.

Para evaluar como vamos, fijémonos en esto, es decir, si nos cuidamos de las cosas pequeñas, o si nos está entrando la tibieza por dejar de darles importancia.
¡Ojo! Si ya no nos preocupan, ni nos remuerde la conciencia por eso, procuremos remediarlo con esmero.

San Basilio dice algo muy cierto: El demonio, seguramente que no puede convencernos de que dejemos la fe, no puede tanto, por eso nos trata de convencer de que no le llevemos el apunte a las cosas pequeñas, y nos dice que por eso no vamos a perder la fe. Pero nosotros no lo escuchemos, al contrario, entreguémonos al ejercicio de la perfección con todas nuestras fuerzas, poniéndonos mucho cuidado y esmero en las cosas pequeñas.
“El que descuidad las cosas pequeñas va a caer en las cosas grandes"



MI PENSAR

"El que mucho abarca, poco aprieta". Este famoso refrán es, para mí, el que más resume la idea de este texto. Dejando en parte de lado el ámbito religioso, me parece que siempre la sociedad (me incluyo) está pendiente de los eventos o acontecimientos grandes que suceden en nuestro aleredor. ¿Será porque las cosas "grandes" son las que nos hacen entender lo que está pasando, mientras que las "pequeñas" son eventos que, según se cree o piensa, son irrelevantes siendo que la acumulación de éstas gatilla la aparición de un GRAN evento?

Lo cierto es que la gente debería poner más atención a esas pequeñas grandes cosas (alegres o tristes) que a la larga desembocan en algo muy agradable o evitar algo muy desagradable.

Me gustaría yo fijarme en los detalles, que en algunos casos son importantes, pero que siempre, son los que marcan la diferencia.